El tenis de mesa es un deporte espectacular en el que los reflejos y la coordinación son imprescindibles.
Su origen se sitúa en Inglaterra, a finales del siglo XIX, parece ser que los jugadores de tenis que veían frustrados sus partidos por una climatología adversa inventaron un juego de interior basado en el deporte que deseaban practicar. Una larga mesa de comedor, una pelota de goma de los niños, una red hecha con cuerdas o libros y una raqueta creada con una tabla de madera (como la de las cajas de los puros) eran suficiente para jugar el primer tenis de mesa. Sigue leyendo